En Amor de Marinera, Sebastián Ampuero se ha convertido en un elemento clave, interpretando el papel de un joven palomilla y amigo de Alejandro, un personaje que agrega frescura y diversión a la trama. Su papel es muy divertido, ya que, además de ser un gran bailarín, Sebastián se ha destacado por su talento para la comedia, haciéndole honores a la esencia ligera y jovial de su personaje. En la obra, se muestra completamente enamorado de La Crudita, lo que genera una serie de situaciones cómicas y entrañables que alegran al público. La química que comparte con su compañero de escena enriquece la historia, creando momentos memorables de risas y diversión. Sebastián, a través de su actuación, refresca la narrativa de la obra, trayendo una energía juvenil que cautiva a todos los espectadores.